El contacto con la naturaleza mejora el rendimiento en tareas creativas

En los últimos años, se ha observado un notable incremento del tiempo que adultos y niños pasan interactuando con los medios de comunicación y la tecnología y menos participando en actividades en la naturaleza. Hasta ahora se sabía que este cambio de estilo de vida tiene ramificaciones en el bienestar físico, pero ahora investigadores de la Universidad de Kansas han analizado el impacto que tiene este cambio en la cognición.

Las funciones cognitivas de orden superior, como la atención selectiva, la resolución de problemas, la inhibición y la multitarea, se utilizan mucho en nuestra sociedad moderna, rica en tecnología. La Teoría de la Restauración de la Atención (ART) sugiere que la exposición a la naturaleza puede restaurar los procesos ejecutivos mediados por el córtex prefrontal. De acuerdo con esta teoría, las investigaciones indican que la exposición a entornos naturales parece reponer algunos módulos de bajo nivel del sistema ejecutivo atencional. Sin embargo, no se había estudiado el impacto de la naturaleza en tareas de alto nivel, como la resolución creativa de problemas.

En este trabajo se demuestra que cuatro días de inmersión en la naturaleza, y la correspondiente desconexión de los multimedia y la tecnología, aumentan el rendimiento en una tarea de creatividad y resolución de problemas en un 50% en un grupo de excursionistas ingenuos. Los resultados sugieren que existe una ventaja cognitiva si pasamos tiempo inmersos en un entorno natural. Esta ventaja se debe a un aumento de la exposición a estímulos naturales que son emocionalmente positivos y poco excitantes, y a una disminución correspondiente de la exposición a la tecnología que exige atención, que regularmente requiere que prestemos atención a acontecimientos repentinos, cambiemos de tarea, mantengamos los objetivos de la tarea e inhibamos acciones o cogniciones irrelevantes.

Evaluar las capacidades cognitivas de orden superior en un entorno natural es todo un reto. Esta investigación es única en el sentido de que los participantes estuvieron expuestos a la naturaleza durante un periodo prolongado y siguieron en ese entorno natural durante las pruebas. A pesar de la dificultad del entorno de las pruebas, se indica que existe una ventaja cognitiva real y cuantificable si pasamos tiempo realmente inmersos en un entorno natural.

Además, a diferencia de investigaciones anteriores en las que los cambios cognitivos se midieron con pruebas de laboratorio de la función atencional y/o sustitutos de laboratorio de la exposición a la naturaleza, el trabajo actual demuestra que las habilidades cognitivas de orden superior mejoran con la exposición sostenida a un entorno natural.

Según los investigadores, “este informe sienta las bases para futuros trabajos que examinen el mecanismo de este efecto al proporcionar pruebas y un método mediante el cual puede examinarse la mejora del rendimiento cognitivo en la naturaleza”.

Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí.