II República y la Educación Física

El nuevo gobierno optaría por partir de cero en sus planteamientos sobre la organización de la educación y por lo tanto, también, de la Educación Física. Así, el 22 de agosto quedó suprimida la cartilla gimnástica escolar y, lógicamente, desapareció el Comité de Cultura Física y el liderazgo de los militares que durante la dictadura de Primo de Rivera y el breve gobierno del general Berenguer organizó los asuntos referentes a la Educación Física y por extensión de la práctica deportiva en general.

Los primeros gobiernos republicanos realizaron entre 1931-1932 un esfuerzo presupuestario a favor de la educación y la cultura, elevándose las consignaciones para estas áreas hasta un 50%, reformaron rápidamente tanto la enseñanza primaria como la secundaria, impulsaron la “escuela única”, el laicismo y la coeducación y prohibieron a las órdenes religiosas impartir enseñanza, pero no todo fue como se pensó, los cambios continuos de gobierno republicano afectarían negativamente, una vez más, al progreso de la educación física en los centros escolares. Otra cosa sería el éxito del deporte espectáculo (fútbol, boxeo, ciclismo, etc.) que cada día contaba con más seguidores que llenaba los estadios y leían la prensa deportiva.

No obstante en 1932 la Escuela Central de Gimnasia de Toledo seguía progresando y creaba sus gabinetes de investigación físico–deportiva.

La nueva forma de entender la Educación Física se plasmó en el decreto del 12 de diciembre de 1933 por el que se creaba en Madrid la Escuela Nacional de Educación Física de San Carlos, dependiente de las Facultades de Medicina y Filosofía y Letras, Departamento de Pedagogía.  El hecho fue importante: como sabemos, hasta entonces, sólo la Academia Central de Gimnasia de Toledo estaba capacitada y reconocida para emitir titulaciones en cuanto a educación física se refería. En 1934 una representación de la Escuela asistía  con gran éxito de sus trabajos al Congreso Internacional de Educación Física de Burdeos. En 1935 la Generalitat de Cataluña crearía el Institut Catalá d’Educacio Fisica y Sport.

El último intento de organización de la materia antes de la guerra civil recayó en 1935 sobre la Junta Nacional de Educación, que quiso aglutinar a todos los sectores inmersos en el debate sobre la Educación Física: Comité Olímpico Español, Ejército, profesores de educación física y profesionales de la medicina. Los médicos, mayoría en la Junta, parecían haberse situado en un lugar preferente del núcleo rector de la futura educación física española, en detrimento de militares y otros colectivos.

La ideología de la Junta pretendía organizar una Educación Física en todos los centros escolares basada en un sentido marcadamente liberal y humanístico, alejándose tanto de cualquier tipo de educación militarista, como de la tendencia social a la sobrevaloración del deporte espectáculo. La idea era clara: el gobierno de la República no quería caer en una política gimnástica semejante a la vigente en Alemania o Italia durante aquellos años, de tendencia nacionalista y militarista, utilizada para aleccionar a la juventud en los valores políticos del nacional-socialismo alemán y del fascismo italiano respectivamente. Los valores políticos de la joven República española eran radicalmente opuestos y su política educativa también debía serlo, pero con el triunfo del Frente Popular en las elecciones generales de 1936, la Junta Nacional fue suprimida, alegándose para ello su  relación con políticas de gobiernos anteriores.

El 17 y 18 de julio de ese mismo año se produjo el levantamiento militar que provocó la Guerra Civil y que asolaría España durante tres años. Paralelamente, se suspendió la participación española los JJ.OO de Berlín, así como la organización de la Olimpiada Popular de Barcelona. Toda posibilidad de desarrollo de la Educación Física y el deporte quedaba así abortada.

Una vez finalizada la Guerra Civil, la Escuela Central de Gimnasia de Toledo volvió a funcionar con normalidad. Se cambió el nombre por el de Escuela Central de Educación Física. Los títulos de Profesor de Educación Física expedidos por la misma fueron válidos, junto a la de los nuevos centros creados para la formación de profesorado hasta 1980, a partir de entonces quedaron  circunscritos únicamente al  ámbito militar.