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Antonio Rivero, doctor en Geografía e Historia y Licenciado en CAFYD

25/02/2025

¿Gimnasia Sueca? ¡Sí, gracias!

¿Gimnasia Sueca? ¡Sí, gracias! La Gimnasia Sueca ha estado presente en la formación física de muchas generaciones y no solo en la escuela, también en la posterior actividad dirigida tanto al desarrollo físico, a la mejora de la salud y al deporte de competición o alto rendimiento. Muchos de los ejercicios provienen de este método gimnástico, creado por Per HenrikLing en el siglo XIX.

Para el éxito y desarrollo de este sistema gimnástico, base de casi todas las gimnasias actuales,  fueron fundamentales dos hechos o decisiones políticas. La primera, su adopción por las autoridades educativas suecas y su implantación en todo el país,  lo que  no fue fácil. La segunda fue la creación, por orden Real, del Instituto Central de Gimnasia de Estocolmo y el nombramiento de  P.H. Ling como su director en 1814. Gracias a la existencia y continuidad en el tiempo de esta institución se pudieron consolidar, mejorar e innovar sus métodos durante los siglos XIX y XX.

Hay que resaltar que la gimnasia de Ling se fundamentó en amplios conocimientos de fisiología y anatomía humana. Su sistema no dejó de  evolucionar y con sus variantes de gimnasia Neosuecase extendió por Escandinavia y demás países europeos. La gimnasia sueca debido a su excelencia y beneficios fue imponiéndose a otros sistemas  gimnásticos, utilizados hasta entonces por escuelas de Educación Física y academias militares europeas. Si a este hecho, añadimos su  aportación al desarrollo de la gimnasia femenina, creando en el Instituto Central en 1864 el primer grupo de alumnas, podemos confirmar la gran influencia que consiguió  entre profesores y practicantes de ambos sexos.

No es de extrañar el éxito y aceptación de la gimnasia sueca en España. Tres fueron los sectores profesionales que impulsaron la gimnasia y la educación física en nuestro país: profesores, militares y médicos. Cada uno con unos intereses específicos: los primeros como disciplina educativa, por sus aportaciones para el desarrollo de los  aspectos  físicos y morales de los niños y jóvenes; los segundos para mantener en forma a la tropa, y los terceros para desarrollar unos hábitos higiénicos entre los ciudadanos, como  actividad preventiva de posibles lesiones y como  terapia recuperadora de algunos daños físicos.

Durante el primer tercio del siglo XX la gimnasia nórdica se fue imponiendo como herramienta esencial del Regeneracionismo físico. Así escribía Vicente Castro Les, director de Gran Vida (revista ilustrada de Sports) en 1911, sobre la gimnasia sueca: “Según Ling, los músculos no son el todo sino una parte, y es necesario, además de fortificar los músculos, hacerlo también de la voluntad, el corazón y la respiración”.

Con el mismo énfasis  lo explicaba en la misma revista un año más tarde Fernando de Fagoaga, profesor de gimnasia del Colegio San Miguel y de la Fundación Caldeiro de Madrid: “La gimnasia sueca puede resumirse en cuatro palabras: salud, fuerza, agilidad y belleza”. Ya antes, por iniciativa del Coronel Villalba, atento siempre a implantar en la Escuela Militar de Toledo los más modernos sistemas, fueron enviados en comisión de servicio a Suecia, para estudiar el método de Ling, el profesor y capitán Sr. Salazar y el médico de la academia el Dr. González Deleite. Fue este último uno de los primeros médicos en difundir y emplear la gimnasia sueca como medio de mejorar la salud entre los soldados.

No debemos olvidar que con el tiempo la gimnasia sueca fue recomendada por los médicos,  dadas sus virtudes siempre basadas en un conocimiento global del cuerpo humano. Si a todo esto sumamos, como mencionábamos anteriormente, las posibilidades y variantes  que las nuevas tendencias de la gimnasia nórdica dieron a la gimnasia femenina  -así fue en España-, podemos valorar como  excepcionales  los servicios que  desde el Instituto Central de Gimnasia de Estocolmo se irradio a toda Europa durante el siglo XIX y XX.

Sin tener un conocimiento exacto de lo que hacíamos,  muchos de nosotros,  nos hemos desarrollado físicamente realizando ejercicios básicos de la gimnasia sueca, esto sigue sucediendo  en los gimnasios modernos. ¡Muchas gracias Sr. Ling¡

Antonio Rivero, doctor en Geografía e Historia y Licenciado en CAFYD

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